sábado, 12 de abril de 2008

Arma Fatal

Si alguien me preguntara como veo el género de la comedia en el cine, le diría que esta con un pie en la tumba casi sin pensar. Hoy en día lo único que abunda en las películas pensadas para hacer reír al personal son o bien las mal llamadas comedias románticas (porque en mi opinión de comedias tienen poco y su “trama” romántica es tan previsible, repetitiva y descafeinada que aburre a los muertos) y las parodias (cuyo humor es tan grueso que no cabe ni en las salas que se exhibe, en algunos casos incitan al asqueo generalizado antes que a la risa y también abusan de las repeticiones de topicazos hasta morir). Ya casi no hay huecos para otro tipo de comedias, como las comedias de acción (ejemplos claros: El Principiante, Dos Policías Rebeldes, Snatch, Hora Punta, etc.). Este tipo de películas te hacen reír casi siempre, sin buscar burdas imitaciones o descafeinados dobles sentidos y en ocasiones con un regustillo a humor cafre (otros lo llaman “humor negro”) que es desternillante.

Arma Letal no solo es una comedia de acción, es una tronchante, desternillante y magnifica comedia de acción. El argumento se puede resumir en lo siguiente (evitando spoilers): Un policía municipal de Londres (un “Bobby” para que nos entendamos) es tan sumamente bueno en su trabajo, que las autoridades de la capital inglesa deciden quitárselo de en medio de una forma diplomática y políticamente correcta: le trasladan a un pueblucho de la campiña inglesa, donde los mayores problemas son un mimo, un cisne desaparecido y unos chavales que pintan grafitis. El protagonista, que por su parte es un obseso de las leyes y amante de su trabajo, deberá adaptarse a la vida en el pueblo, poblado por personajes a cual más peculiar y a su nuevo puesto en la comisaria, rodeado de incompetentes y pasotas pueblerinos.

Visto así no parece gran cosa, pero esto es así más o menos la primera mitad de la película, luego las cosas se ponen mucho más interesantes cuando empiezan los asesinatos. No diré mas porque uno de los aciertos de esta película es su súbito cambio en los acontecimientos en el último tercio de la película y, creedme, es lo que mas hace reír de todo el film.

La película es un continuo homenaje a las “buddy movie” americanas, solo que cambiando mucho las situaciones típicas de esas películas por las vividas en esta cinta. El co-protagonista de la película vive obsesionado por ser un gran policía como los de las películas de acción que tanto gusta de ver. En la película no solo se muestran escenas de algunas de esas películas de acción (como Le Llaman Bodhi) sino que hay claros homenajes (con escenas calcadas) a estas películas. A pesar de que el argumento es sencillo, no le faltan persecuciones, tiroteos, explosiones y muertes. Incluso tiene un par de escenas con un toque gore que le queda genial.

Sobre los actores y el director, pues solo diré dos palabras “Zombies Party”. Tanto el director, como los actores principales y los guionistas son los mismos que crearon esa maravillosa película de zombies bajo un punto de vista de comedia romántica (homenajeando también a los tópicos de esas películas) y todo ello en el Londres actual. Si no habéis visto “Zombies Party”, ya estáis tardando en verla, ya que es por lo menos tan buena como “Arma Fatal”.

Los dos protagonistas de la película (Simon Pegg y Nick Frost) tienen una química brutal en pantalla, no en vano son amigos íntimos en la realidad (incluso Nick es padrino de bodas de Simon) Esto se nota mucho en la película, actúan juntos con una naturalidad que otros muchos quisieran (y eso que en esta película no son precisamente “amigos” hasta bien entrada la historia). El resto de actores también está a la altura, son bastante estrafalarios los personajes que interpretan, pero es su interpretación de ellos lo que al final queda, incluyendo un Timothy Dalton (si, ese que fue 007 en un par de películas y que luego pareció haber desaparecido de la faz de la tierra) que borda su papel de maquiavélico gerente del supermercado. Otra cosa que destaca en la película es su acertado montaje, con escenas de acción dignas casi de John Woo, planos giratorios al más puro estilo Michael Bay, explosiones que podrían ser sacadas de una producción Bruckheimer y unos planos ultrarrápidos al principio de la película que están elaborados con mucha maestría.

Pero como ya he dicho, lo que al final destaca por encima de todo lo demás es el humor de la película, un humor ciertamente absurdo pero convincente, del que acabas con dolor de mandíbulas por carcajearte durante mucho rato seguido.

Si os gustan las películas de acción, y os apetece reíros un buen rato, no dejéis escapar la oportunidad de ver esta película, no os arrepentiréis.

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